Colegio Los Médanos  

 



..: volver :..
NOVEDADES
Primaria
Proyecto de Arte de alumnos de 6° EP
27/08/2012 | Rayuela

Y es aquí, en este “lugar”, en este espacio virtual que va del juego a las experiencias culturales, donde el niño y el adulto están en libertad de ser creadores. Es aquí, en ese espacio, donde puede surgir la diversidad, y entonces, en lugar de ser un problema, pasa a ser la oportunidad para enseñar y aprender. Es un modo de concebir la educación como creación, y no como mera reproducción, repetición.
En relación al sujeto, es la "zona de desarrollo próximo"(Vigotsky). En relación a la institución, es el espacio perdido de la escuela, "la crisis de lo lúdico"(Cullen). Y en relación al aula, como grupo clase, es el espacio colectivo de enseñanza y aprendizaje.
Jugar es ser capaz de vivir una experiencia cultural. El jugar tiene un lugar y un tiempo. Para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar o desear (acciones internas), y hacer cosas lleva tiempo. Jugar es hacer. (Winnicott, Realidad y Juego).
El colectivo de alumnas/os de 6to. EP inauguraron una rayuela pintada en el piso de la galería de la institución con el objeto de rescatar lo lúdico del enseñar y el aprender. Lúdico que significa idear modos de abordar y resolver los problemas, llenar de significaciones los datos y los conceptos, abrir espacios para construir procedimientos y sentidos. Dar lugar a que lo singular, lo particular, enriquezca lo común, lo general, lo grupal.
Arcaica y universal, la rayuela constituye, como muchos otros juegos, un pequeño enigma sobre sus orígenes y se le atribuye, como a todo juego, significados míticos, mágicos, religiosos y cabalísticos, asociados a las ceremonias y ritos de pasajes para la salvación del alma.

La rayuela se juega con una piedrecita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrecita y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrecita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra se sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para saltar las diferentes casillas, y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrecita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo.
Lo malo es que justamente a esa altura cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrecita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan como ingredientes una piedrecita y la punta de un zapato”.
J. Cortázar
+ novedades Primaria